sábado, 6 de julio de 2024

Sudando tinta... china.


“Este es un problema que se pone a los estudiantes de educación primaria en China”, avisa el vídeo. “¿Cuánto mide la mesa de alto, según la siguiente imagen?”.
El vídeo se publicó el lunes en el canal MindYourDecisions, del matemático Presh Talwalkar. Suma más de 115.000 reproducciones en tres días y, además, la imagen con el acertijo se ha compartido también en Facebook, en Twitter y en la página de memes 9gag, donde suma más de 300 comentarios en dos días.


Esta imagen se lleva compartiendo desde principios de septiembre en medios de comunicación chinos, además de en Weibo (red social del país), en Twitter, en foros e incluso en Linkedin, sin que quede claro si realmente se ha extraído de un libro de texto o si simplemente se presenta así para picar el orgullo de quienes están intentando resolver el acertijo.
Primera solución: usando las matemáticas
Talwalkar propone en su vídeo dos formas de resolver el problema: la primera es usando álgebra y convirtiendo al gato, a la tortuga y a la mesa en variables de dos ecuaciones:
gato + mesa - tortuga = 170
tortuga + mesa - gato = 130
Tres variables son demasiadas para dos ecuaciones, pero la gracia es que se pueden cancelar las del gato y la tortuga, con lo que tenemos que dos mesas suman 300 centímetros (y cada mesa, 150).
Segunda solución: a ojo
Talwalkar propone un segundo método para el que no haría falta saber cómo funciona una ecuación. Consistiría en imaginar que las dos mesas están una encima de la otra. Si “borramos” a los animales llegamos a la misma solución: dos mesas miden 300 centímetros.


De hecho, borrar a los animales es lo mismo que “cancelarlos” en las ecuaciones, como apunta el matemático José A. Prado-Bassas en su blog sobre matemáticasTito Eliatron Dixit, que también recuerda que un niño de primaria en principio aún no ha aprendido a hacer ecuaciones.
Por cierto, el problema que plantea China Focus es básicamente el mismo, pero los números cambian. En este caso, la solución es (ojo, que allá va) 130.






Otro de esos "malentendidos" infantiles

 


lunes, 26 de abril de 2021

¿Qué es la Constitución?

 


MI amiga Estrella está acostumbrada a respuestas como estas en sus clases de E. Infantil, ¿a que sí?i

jueves, 8 de octubre de 2020

Geniales, los niños del covic

 A veces, por whappsat nos llegan anécdotas sorprendentes, como la que nos cuenta esta maestra de primaria:




domingo, 27 de septiembre de 2020

La regla

 Los equívocos en el aula son frecuentes. En este blog hemos rescatado algunos nacidos surgidos en nuestro día a día. En esta ocasión mostramos uno en forma de tira cómica de la dibujante Cristina Picazo extraído de su libro "Maestra de pueblo con L de novata" (supongo que inventado por la autora, aunque no sería extraño que estuviera basado en alguna situación real).



El libro en cuestión: 


Breve reseña:

Toda leyenda tiene un comienzo... Maestra de pueblo, la profe más popular de internet, nos cuenta sus inicios en esta divertidísima novela gráfica. «Doy clase, vigilo los recreos, corrijo cuadernos, me coordino, atiendo a las familias, programo en casa, me formo en mi tiempo libre pero... ¡tengo muchas vacaciones!» ...

Esta maestra con L de novata se verá obligada a sacar toda la artillería para sobrevivir durante un curso como tutora de una revoltosa clase de segundo. Lo que nadie le enseñó en la facultad es que, en su día a día como maestra, también tendría que ser una excelente: juez, detective, enfermera, mecánica multitarea, diseñadora, banquera... y todo ello, sin perder la vocación de enseñar.


Otros libros de Cristina Picazo

  

La primera misa.

 El niño tenía cuatro años. Era un niño observador, despierto, curioso. Disfrutaba de las actividades de su clase, participaba con interés en asambleas y juegos. Le gustaban las pequeñas funciones de teatro, los títeres...

Un día, al llegar por la mañan a clase, la madre se acercó a su joven profesora y, con una sonrisa pícara, le dijo:

- ¿Sabes? Ayer asistimos a una misa, ofrecida a un familiar. Para Ángel era su primera eucaristía... Asistió muy atento a toda la celebración. Pero ¿sabes lo que me dijo al acabar cuando salimos? 

- Ni idea.

- Pues sentenció muy serio: "A mí no ha gustado nada el teatro ese..."




jueves, 13 de diciembre de 2018

El castigo (villancico)

El castigo
(Villancico)
No quiere la sopa,
no quiere comer;
la Virgen le riñe,
le advierte José:
 ¡Si no te la comes 
te castigaré! 

María, asombrada;
atónito José:
¡El niño, enfadado, 
tiró del mantel!
Con solo tres años
no saben qué hacer. 
 ¿No es Dios el pequeño?
 ¿Cómo puede ser?
¿Con esas rabietas,
cómo va a ser Rey?

María no sabe,
no sabe qué hacer:
 Merece un castigo 
pero no soy quién:
¿Cómo castigarle
si Él hizo la ley?

El niño sonríe, 
levanta después:
 No te apures, madre,
yo sé lo que hacer.
El niño se pone 
cara a la pared:
"Si toca un castigo,
me castigaré." 

Su madre le besa, 
le abraza José
y se ponen todos
frente a la pared. 
Terminan riendo,
jugando también...

Al fin, de la sopa
¿sabe alguien qué fue?
¡La ha comido el gato!
Ríen otra vez.

NOTA: En la primera década del siglo XXI, en el Colegio Antonio de Nebrija había un niño que se llamaba Manuel. Era grandote y bruto para sus cuatro años, pero alegre y noble como ninguno. Estrella, su profe de E. Infantil y yo, su profe de logopedia, hablábamos a veces de su alocado carácter. En una ocasión su tutora me contó una anécdota que me ha inspirado este villancico. 
Un día tuvo que reprenderle por ser demasiado brusco con sus compañeros. Él, sin que su profe acabara la reprimenda se levantó enfurruñado y se fue directamente al rincón asumiendo un castigo que nadie le había impuesto. Su profesora, asombrada, acudió a explicarle que no estaba castigado, pero que debía portarse mejor con los compañeros. Pero él, cabezota y noble, se mantuvo en el rincón cumpliendo su autocastigo
Esta es otra de las enanas historias que nos conmueven e inspiran. Aquí os dejo, pues, este villancico dedicado al pequeño Manuel y su seño Estrella.