Madre, ¿te acuerdas?
Yo era pequeño
y te escribí un poema
en una estampa sencilla
con mi letrita pequeña.
Madre, yo era muy niño,
y escribía apenas.
En mi poema infantil
regalé toda mi hacienda.
Sonreía y te miraba:
Tú llorabas, mamá buena.
Y es que sólo los niños
hacen cosas serias.