El cocinero
Un cocinero gordo y listo
hizo una tortilla de espaguetis
y le faltaban espaguetis.
Y como tenía catarro de nariz
y echaba muchos mocos
fue a estornudar
y los echó a la sartén:
ya estaba terminada la tortilla.
Vino un señor:
Esta tortilla me la pone".
Sí, dijo.
Recuerdo este verano en Suiza a un búlgaro (ingeniero electrónico) partirse de risa con este poema.
ResponderEliminarSentí sincera envidia. En los míos no he logrado esa agradecida reacción jamás.
¡Quién no se haga como niño...!