jueves, 23 de enero de 2014

Cortapichas


Realizaba tareas de apoyo a dos alumnos de 5º EP en matemáticas. El tema de las fracciones le tenían cogido por los pelos y aún no entendían bien el concepto de fracciones equivalentes. Corregíamos un ejercicio donde les pedían expresar de forma más sencilla la fracción 80/400. Se trataba, en definitiva, de simplificarla.
Cuando uno se encuentra en esta situación ha de decidir entre enseñar rápidamente un proceso (a modo de algoritmo) que servirá para el caso concreto que tratamos pero que, a la mínima variante, será inservible si no han entendido el concepto implicado, o tomárselo con calma y explicar, utilizando gráficos y ejemplos, el concepto de de fracciones equivalentes (lo que supone 10-15 minutos, de aclaraciones que, a sus ojos, parecen fuera de lugar). Elegí la opción más pedagógica (la menos resultona).
Comencé a dibujar círculos, a dividirlos, colorear algunas partes... Definimos numerador, denominador... Tomamos una de los círculos fraccionados: sería una pizza: estaba dividida en 4 partes y compraríamos 3 de ellas. La fracción la identificaron rápidamente: 3/4. Cada uno nos comeríamos una parte grandecita de pizza (1/4). 
Pero, les dije, - ¿Y si el encargado de la pizzería se empeña en hacer los trozos más manejables y, divide las pizzas en 8 trozos (dividiendo en dos el trozo que nos toca a cada uno). ¿Cómo seria la fracción resultante? La respuesta no tardó en llegar: 6/8. ¡Bien!. Proseguí. Y si el pizzero coge el cortapichas...
Se miran entre ellos y se echan a reír...

Yo caigo en que, en medio de la disertación, he sustituido por anticipación la z  por la ch y el resultado les resulta divertidísimo. Me digo: -¡A lo hecho pecho! - Por un lado les explico que casi se aproxima más "picha" al sonido en italiano de "pizza" y por otro (¿No queríais caldo?:  pues tomad dos tazas) que yo he tenido muchas veces cortapichas en la mano y que no hay que asustarse... ¡Me miran divertidos e incrédulos! : - El profe está salido, o peor, está loco...- (piensan).
Yo sonrío y dejo pasar un rato gozando del equívoco que, a posta,  he provocado. Finalmente les informo de que el "cortapichas" es el nombre que, de pequeños, dábamos a "la tijereta", un pequeño insecto muy común que buscábamos bajo las piedras o cortezas, en lugares húmedos, y cogíamos con la mano sin miedo alguno.    

Los alumnos suspiraron aliviados. Yo aún tuve humor para llevar más allá mi  provocación: - ¿Y sabéis que hay un pájaro que se llama "chochín"?

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