Hace mucho tiempo, cuando era estudiante de magisterio y hacía las prácticas en un colegio de Burgos, recopilé, de cara a añadirlo en el "prácticum" un puñado de poemas escritos por los alumnos con los que conviví. Eran niños de 2º de EGB. Un poema me llamó especialmente la atención. Me pareció tan bueno que pienso que estaba copiado. Si no fuera así, aquel incipiente poeta de 7 años era un genio. Juzgaz vosotros mismos:
¡Cómo nevaba y se caían
las hojas de mi árbol!
Aquellas suspiraban
y parecían oro.
Yo las guardaba
cariñosamente en mi pañuelo.
Cuando la primavera
yo besaba todas las hojas caídas
e iba a recibir las nuevas hojas,
y cogía el pañuelo de mis recuerdos
y le extendia echando las hojas
por las marrones raíces del tronco.
Porque yo creía que gritaban:
¡Quiero sol!
Francisco Rafael. 1975. 2º de EGB.
Gracias Jesús por compartir tan elaborado poema. Desde luego que me parece que el autor tiene buenos dotes de poeta. En muchas ocasiones me pregunto que trabajos realizarán en el futuro nuestros pequeños alumnos y me imagino a muchos de ellos siendo conocidos por sus habilidades creativas, expresivas, ... que ya despuntan en la actualidad.
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